Pronto hará un año que me retiré discretamente de la música, los ensayos y el estrés de los conciertos. Nunca se sabe, prudencia, no caeré en la tentación de aseverar que no volveré a cantar, porque como decía Boecio “la vida es una rueda”, pero últimamente todos los mensajes que me llegan refuerzan mi actual “beatus ille”, como por ejemplo la nota de Einstein: “Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica”.
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
(Fray Luis de León)